Vejez preciado tesoro
Apenas podia caminar ya su cansancio le doblaba las rodillas, la cara estaba tan llena de arrugas que cualquiera jamas podria pensar que ese hombre una vez fue joven.
Ya hacia tiempos que venia resintiendo los achaques de la edad y de las enfermedades, se habia vuelto como un niño, ya que todos los reflejos eran debiles, los dientes ya no los tenia.
Su cabello era blanco, el poco que le quedaba, despues de tener una cabellera esplendorosa de la que mucha mujeres se habian enamorado. Era alguien que habia bailadao todos los ritmos habidos y por haber, de fiesta en fiesta, tenia la dicha de salir con las mujeres mas guapas y mejor proporcionadas que se podia encontrar.
Luego de años de andanzas y desaciertos de solteria se habia casado con Amelia, muchacha de buen parecer, que segun sus propias palabras era el cielo en la tierra. Ella tenia una mistica epecial, su modo de ser era sincero a tal punto que el novio se convirtio en su esposo.
Juntos iban a las cosas religiosas tomados de la mano, siempre sonriendo el uno al otro, luego de los servicios religiosos pasaban a disfrutar de una deliciosa sopa de res, repleta de verduras, cada domingo era de verles comiendo nuegados, enchiladas, pasteles o yuca frita, la vida era tan especial, como un prisma atrapado en la inmensidad de la vida.
Aquel varon y su esposa habian jurado estar juntos hasta que la muerte los separara, y asi fue, luego de 35 años, 4 hijos y 10 nietos, la esposa habia fallecido. Todos recuerdan el dolor de aquel hombre cuando con lagrimas en los ojos le decia a su amada. " No te tardes en volver por mi".
Habia promesas de todo y por todo, que se cumplieron, ahora a los noventa años Calixto, estaba en su casa, colmado de atenciones por todos sus hijos que bien supo criar y darles un buen ejemplo. Los nietos colmandolo de cariño, viendo las fotos de infancia, de adultez. Ciertamente la vida habia sido muy buena, y como la precea de todos aquellos años el hombre habia logradio inculcar en toda su generacion un buen ejemplo.
Ojala todos tuvieramos la dicha de poder llegar a esos dorados años con la felicidad y la satisfaccion de haber hecho lo correcto... es bueno reflexionar
Atte
Amer Reth... visionario
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