Furia campesina
Eran los tiempos , en los que los campesinos eran humillados y expuestos a pasar hambre, la juventud era caducada por lo inclemente del sol abrazador, que despedia sus chispas de fuego, las quebradas ya no cantaban como antes lo hicieran a veces se encontraban las viejas del pueblo lavando algunas en batellas de madera otras improvisaban una piedra de cantera para sacudir alli los estropajos.
la mayoria de chambres siempre rondaban acerca de la viuda de don Chema, que a poco de que el hombere se viera muerto andaba de caliente saliendo con cuanto soldado se le pusiera enfrente y es que le gustaban los militares, las viejas decian que quiza porque estos tenian olor a muerte y que la viuda recordaba al marido, eran horas y horas las que pasaban hablando de lo mismo, los bichos chulones se tiraban a la poza de las yeguas, que era muy profunda, gritaban, corrian como si nada mas en el mundo importara.
Los hombres en el parque los dias domingo luego de ir a misa se quedaban jugando naipes, apostando hasta la magnifica, riendose, fumandose un par de cigarros, de una marca no conocida en el pueblo, los que seguramente habian entrado de contrabando y que los hombres compraban baratos. Los corraleros madrugaban a ordeñar el ganado. Era de verles como se empinaban la cumbada de leche recien ordeñada con azucar y cafe, asi entre rizas, olor a corral transcurria la vida sin mas ni mas.
Los chalecitos vendian comida artesanal , quesadillas y cafe de maiz, salporas de arroz, tambien no faltaba una tasa de chocolate y fresco de horchata de morro.
Por la entrada del pueblo se miraban las tandas de hombres que venian con manojos de leña en sus espaldas, sudorosos, agitados, esperando que la mujer que esta en la casa les tuviera ya hecho el almuerzo.
A la vida campesina... dura si... pero sana ni quien lo dude.
Atte
Amer Reth... Visionario
Comentarios