El Amor Eterno
Mucho se habla de aquellas noches que parecían eternas, dos enamorados perdidos en el silencio de la soledad, prendados en sus miradas el uno al otro. El silencio revelaba lo que sucedía en los corazones de aquellos que por respeto me reservo el nombre.
La manera de cortejar a las chicas era sana, los hijos en esos tiempos estaban siempre bajo la tutela de sus padres y se respetaba mucho el estilo de vida tradicional heredado, era un mundo en donde los valores eran la base de la vida. En donde las personas a pesar de no ser estudiadas conocían la educación de las buenas costumbres.
Entre los varones que cortejaban a las chicas habían diferentes estilos, primero estaban los zorros aquellos que eran buenos para inventarse argumentos y convencer a las chicas, por otro lado estaban los tímidos, aquellos que tenían miedo de recibir una respuesta negativa, también estaban los kamikazes aquellos que para entrarle a la declaración, siempre se llenaban de valor tomándose una copa o un buen par de cervezas.
En algunos casos era común ver tanto a los varones así como a las mujeres, lucir sus mejores galas en los domingos cuando atendían la misa semanal. En el parque las parejas sonrojadas por la ocasión contemplaban esos atardeceres eternos. Nadie sabe de que hablaban tanto, lo cierto es que pasaban horas y horas. La vida era emocionante.
En las casas los padres disfrutaban junto a la familia de una exquisita tasa de chocolate, en tanto se hablaban de cosas familiares, consejos a los hijos e hijas. En ocasiones se ponían de acuerdo por alguna celebración que sucediera por si se casaba alguien o por los festejos al patrón o la patrona del pueblo.
Por las mañanas aparecían en las ventanas de las casas aquellas cartitas o papelitos de admiradores secretos, y las chicas al leerlas suspiraban pensando en su amado, quien era aquel que su amor anhelaba. versos hermosos que venían desde el corazón.
" En esta noche llena de estrellas, quiero que sepas, que eres mas bella, que de día y noche mi corazón me dice un reproche, que para encontrarte, vea el cielo de noche"
Ah tiempos esos. en los que el sentimiento, de verdad, de verdad, gobernaba los corazones.
Atte
Amer Reth
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