Historias de superación personal
Muchos dicen que triunfar en la vida es imposible, mas, si haz nacido en cuna pobre, sin embargo la siguiente historia nos demuestra que QUERER ES PODER y es ese poder que nos habita el que se convierte en el motor de todas tus acciones.
Carmelo Rivera Pacas era un joven gallardo, que habia crecido entre montes y laderas, tenia 4 hermanos mas, menores que El. Su madre ya hace varios dias que estaba con una fiebre de aquellas que lo hacen a uno agarrar cama de manera obligatoria.
Ella confiaba en Carmelo y al estar imposibilitada de generar el sustento de sus 5 hijos, llamo en lo privado a Carmelo y le pidio que por vida suya jamas desamparara a sus hermanos, que algun dia en la vida Dios le iba a recompensar y que si Carmelo se lo prometia ella descansaria para siempre en paz.
Carmelo comenzo a trabajar como jornalero en la hacienda de don Simon a la edad de 12 años, ya hace dos años su madre habia fallecido y el habia quedado a cargo. Los vecinos lo veian con compasion, ya que conocian que el padre de ellos era un sinverguenza que al verse inmerso en las responsabilidades prefirio huir.
Los dias eran duros en la jornada ya que el calor del Sol era inclemente, y se concluia a las 5 pm la jornada. En el ranchito de bahareque con sus hermanos, pues comian al pie de un trozo de madera que les servia como mesa. La dieta era simple, comida basada en frijoles y maiz, a veces queso. sin embargo Carmelo siempre era un chico optimista, sus hermanos iban a la escuelita y el se encargaba de que en la casa nada faltara, humildemente pero era buen proveedor. No habia tiempo para jugar, para andar en fiestas, trabajo duro a diario.
Nunca faltaba alguno de aquellos que se dedicaban a realizar actividades sinverguenzas y enfocadas en lo ilicito, que se acercaban a tentar la fragil conciencia de aquella criatura, ofreciendo dinero facil, pero malhabido.
Erasmo jamas se entrego a ese tipo de soluciones, siempre mantuvo su dignidad, el trabajo era su valuarte, al final de los años sus hermanos se lograron preparar, progresaron en sus vidas y lograron salir de aquellos lugares. Jamas se olvidaron del sacrificio de su hermano mayor, y era comun verles como cuando lo visitaban lo contemplaban y consentian, como se hace con un niño. Agradecidos en la vida con ese hermano que se entrego a si mismo por ellos.
Asi termina la historia de aquel sujeto, que se esforzo en la vida y salio adelante el y sus hermanos, pero siempre se mantuvo aferrado a las enseñanzas de su madre, que les inculco que la dignidad en la vida, lo es todo.
Atte
Amer Reth
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