Era una noche como ninguna otra , la luna brillaba en todo sus esplendor, fuera en las montañas los lobos auyaban al unisono del viento, como dando la bienvenida al vastago.
Ya tiempos antiguos se habia profetizado sobre aquel no nacido, el que era traido para librar duras batallas, para dirigir a los ejercitos del mundo en su mas grande desafio.
Ante una amenaza que no conocia reparos, varones conquistadores de mundos antiguos, sedientos de codicia y ambicion, carentes de una sola pizca de compasion, eran varones perversos cuyo deleite en la sangre alegraba sus miserables existencias.
El que no nacia, traia ya desde tiempos antiguos una sola mision y esta era desempeñar un papel decisivo en la conquista de la libertad. Los dioses de los eones y de las eras perdidas en consejo discutian si los acontecimientos por venir, podrian ser cambiados mediante una conjuncion en la linea de los tiempos del mundo. Cada amanecer con alegria los sabios narraban a sus oyentes la historia sepultada en las lapidas ancestrales. Cada noche leian el firmamento para que se mostrara la estrella que guiaria el espiritu del guerrero.
Los caidos desde las masmorraz infernales gritaban con desesperacion el nacimiento de aquel que vendria. Ya muchas lunas habian tratado de pervertir los linajes de la humanidad, buscando que la pureza del no nacido fuese corrompida.
>El silencio testigo fiel de largas he interminables epocas de espera, escuchaba con regicijo los llantos de aquel tan esperado por unos y odiado por otros...
Este nacia en momentos en que la humanidad estaba al borde de su extincion... nacia para destruir y derrocar bestias malditas y para juzgar los pseudo lideres de ese entonces.
Continuara....
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