El principio de hacer el bien Cuando eramos niños, jugábamos con el sentir de que el tiempo no existía, apenas lo recordábamos cuando nos enviaban a hacer algún mandado, pero cuando jugábamos con los amigos, todo volvía a ser eterno. Era en esa etapa de nuestras vidas cuando conocíamos muchas de las historias de los Patriarcas, que habían comenzado a vivir a principios del siglo 20, nos sentábamos juntos todos en la mesa, a disfrutar de una taza de chocolate con salporas de maiz, y comenzaba el abuelo sus relatos del ayer. Ellos le llamaban pasadas a las vivencias de otros y también a las experiencias propias, casi siempre todas terminaban en un desenlace extraño. Lejos de disfrutar el pan con chocolate, escuchábamos fascinados aquellos relatos del ayer. Casi sin aliento terminábamos todos con nuestras cabezas imaginando como pudo ser eso. Cuando fuimos creciendo las historias siempre eran relatadas, pero la inocencia que nos caracteri
SUPERACION PERSONAL